El significado de las manchas y las líneas
Mi visión de arte ha cambiado a lo largo de los años, y más siendo una persona que a sus 10 años quería ser artista de profesión y ahora tiene un título y un trabajo completamente alejado del dibujo e ilustración.
Cuando era pequeña era la profesión que quería tener y por vueltas de la vida no es a lo que me dedico que igualmente me hace feliz.
Para muchos sorprendería saber que nunca pensé que el arte era una forma de expresión de mis pensamientos y emociones, siempre fue algo muy automático en mi, -¿quiero dibujar? pues dibujo esto que se me ocurrió y ¡ya está!-, y lo fue así por muchísimos años. Me enfoqué todo el tiempo en la técnica para que la creación quedara según mi imaginación.
Una vez en una entrevista me hicieron esta pregunta: -“¿Qué buscas expresar con esta pieza?” refiriéndose a “Lonely”, mi respuesta fue -“Nada en específico, lo imaginé y lo dibujé, nunca he pensado que mis dibujos expresen mis emociones.”- Esta fue una de las mentiras más grandes que me he dicho a mi misma. Esa entrevista me la hicieron en algún momento del 2014 sin darme cuenta que me estaba engañando. Era un escape a una realidad que no tenía presente, porque nunca me esforcé por entenderme.
En los próximos años con diferentes experiencias, la pandemia y un “burn out” que me hizo tocar fondo, -del cual hablaré más adelante-, pude entender que mis dibujos y personajes revelaban emociones y rasgos de mi que tenía en el fondo y/o no conocía.
A veces nos esforzamos por la técnica, por desarrollar un estilo, por hacerlo perfecto, porque esa presión del mundo es que debemos destacar y ser los mejores con nuestro talento ante tanta competencia. Tratamos de manejarlo como si fuera un producto de fábrica, como un “fast fashion” que se ve envuelto en un tornado de inmediatez en redes, todo debe ser ya y apto para consumir en 30 segundos, todos los días, los 365 días del año, pero ¿dónde queda el amor? Las exigencias de los otros las volvemos nuestras. Mi pasión se empezó a pudrir por tratar de seguir el ritmo, sin entender que mis condiciones son diferentes a las de mis amigos o referentes.
¿Con esto quiero decir que lo correcto es tener un trabajo alejado del arte para ser feliz? No, lo correcto es tratarte con amor y respeto por lo que amas hacer. La respuesta correcta la tiene cada quien con su historia y estilo de vida. E igualmente compartir con las personas que está bien estar creando sin ser artista profesional.
En lo personal es un alivio no sentir esa presión de crear para otros, sino enfocarme en crear para mi felicidad. Ahora lo es todo: es el abrazo que me doy, las emociones que siento, el eje de mi vida sin el cual no podría vivir. No importa mi estilo, si es digital o tradicional, el material, el sketchbook, ni el momento, el punto es poder expresar lo que estoy pensando o lo que quiero hacer. Y aunque no siempre sea necesario expresar algo profundo, son ideas, son creaciones que merecen ver la luz.
No soy una artista de profesión, pero sí de corazón.
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